lunes, 14 de septiembre de 2009

Televis-à-vis


(foto: e-magic)

Recuerdo que cuando era niño, ver la televisión era lo más sencillo del mundo. El interesado compraba un aparato llamado televisor, lo ubicaba en un lugar cómodo, lo enchufaba y listo: ¡entretenimiento accesible e inmediato!

Pero en los años subsecuentes el acto televisivo se ha complicado exponencialmente con la aparición de una plétora de aparatos que complementan la experiencia audiovisual de una forma u otra.


En la sala de mi casa, por ejemplo, el televisor tiene que compartir su hábitat con una videograbadora, un reproductor-grabador de DVD y una antena infrarroja para audífonos inalámbricos. Y por si todo esto fuera insuficiente, recientemente se agregó una caja convertidora para la señal digital del cable.

Lograr la convivencia pacífica de tanto aparato en un espacio sumamente escueto es algo que hace palidecer aun al más pintado. Es preciso tener en mente que cada uno de los aparatos requiere acceso a un tomacorriente y debe poder recibir y/o transmitir la señal de video y/o audio. Esto ocasiona que detrás de los aparatos exista un nudo gordiano de cables de poder , cables de audio y cables de video.

Esta constelación de mecanismos audiovisuales es tan compleja que he llegado a temer que un día colectivamente se conviertan en un ser vivo, con conciencia propia e intenciones nefastas. A pesar de mis inquietudes, recientemente me vi forzado a intervenir esta compleja red de máquinas para bifurcar la señal de cable y hacerla llegar a la televisión de forma directa, sin pasar por todos los demás aparatos. Esto implicó utilizar un partidor de señal, tres cables coaxiales y un switch. A pesar de las escasas probabilidades de salir vivo de dicha aventura, se logró dar cima a la tarea sin perder ningún miembro y sin sufrir electrocución alguna.

Ahora, si ustedes me lo permiten, voy a retirarme. Acabo de ver pasar a alguien en dirección del televisor con la firme intención de encenderlo. Estoy casi seguro de que no va a explotar nada, pero procuraré poner un poco de tierra de por medio, por si las dudas.

4 comentarios:

Regislinda dijo...

XD!!! Cuidado con tus conexiones porque con tanto rayo vas a tener que agregar a ese molote de cables un UPS para que no estalle por electricidad :D, te mando un abrazo, interesante como hemos ido haciendo de las cosas simples un atrio de complicaciones.

Zapato Rojo dijo...

Pues la verdad no me parece tan impresionante tu conglomerado tecnológico, pues no veo que incluya ningún tipo de consolas de videojuegos. El día que decidas agregar el Wii o el PS3, posiblemente veamos un hongo radioactivo brotar de la tierra del lugar donde antes estuvo tu domicilio.

Lafán dijo...

En casos como éste, que cuentas con tanta prolijidad, se te olvidó mencionar el caos de 4 controles remotos, alineados de manera desafiante para cualquiera, joven o no tanto. Eso sí, la gimnasia para las neuronas ha probado que el sueño se puede ahuyentar, gracias en parte a la tensión de no querer arruinar alguna cosa y sufrir el desdoro de ser causante de la debacle.

Mónica Salaberría dijo...

Pues como yo tengo una colección de aparatos similar, he de decir que mi mayor preocupación no es que tomen conciencia propia o de que me exploten en la cara. Lo que me preocupa es que ya no me alcance para pagar la cuenta de la electricidad a fin de mes.

Aceptarán Cuerpomatic?

Por si no los han leído:

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