jueves, 3 de septiembre de 2009

Apantallados



En 1949, el escritor George Orwell presentó al mundo una visión de un futuro distópico donde la población era controlada por pantallas que permanecían siempre encendidas, dispensando contenido las 24 horas del día.

Cincuenta años después, su fantasía se ha hecho realidad.

Querámoslo o no, las pantallas forman parte de nuestra vida cotidiana. Desde las CRT clásicas de los televisores de antaño hasta las nuevas OLED que usan componentes orgánicos para crear pantallas mas brillantes con menos consumo de energía, todas tienen el mismo propósito: bombardear nuestras retinas con toneladas de información.

Y es poco lo que podemos hacer para evitarlo. La mayoría de ocupaciones hoy en día requieren utilizar pantallas varias horas seguidas. Ni siquiera se necesita tener una profesión muy especializada para ello. Cualquier oficinista que escriba una carta, haga una hoja de cálculo o lea su correo tendrá que hacerlo frente a un escuadrón de millones de brillantes píxeles multicolores.

¡Si tan sólo las pantallas se circunscribieran a ser parte del equipo laboral! Pero no: están por todas partes. Si entramos a un centro comercial, los televisores se encuentran dispuestos en formaciones de diez o veinte, expeliendo imágenes de forma inmisericorde. Si vamos a una barbería, al gimnasio o al bar, infaltablemente seremos bienvenidos por decenas de pantallas listas para fusilar nuestras neuronas con ráfagas de imágenes.

La proliferación de pantallas no sería preocupante, de no ser por la función principal que desempeñan: ser instrumentos de control masivo, tal y como lo decía Orwell. Las pantallas hipnotizan nuestro intelecto y nos compelen a la mansedumbre. Por eso las encontramos en los consultorios de los médicos y en el lobby de los bancos. Una multitud entretenida es una multitud dócil.

¡No lo dude más! ¡Libérese de la esclavitud de las pantallas! ¡Apague su monitor hoy mismo! Eso sí, enciéndalo de vez en cuando para leer cosas importantes, como este blog. Tampoco hay que ser un ludita*.


*Persona opuesta a toda clase de tecnología por considerarla causante de la pérdida de la capacidad laboral y creativa del hombre.
Véase
Ludismo.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Jorge Peréz, creativo de BBDO me dijo en una ocasión que la publicidad debía ser entretenida, lo cual sueña muy lógico en torno a tu frase "una multitud entretenida, es una multitud dócil", nos volvemos dociles antes los impulsos visuales. Creo que en ocasiones no queremos pensar porque bien podríamos estar en la cola del banco meditando como budistas :D.

Mr_Jules_Valley dijo...

Copiado de un mi twitt, ayer: ...Es agradable escapar del encierro de la oficina y de la cárcel de pixeles. Hay un mudo real que nos espera afuera.

Ché Ché Ché dijo...

¡Precisamente ese es el punto, Regislinda! La idea es mantener adormecida a la colectividad para que todos sean peones inofensivos. Si cada quien diera rienda suelta a su creatividad, esto sería otra cosa. Pero lamentablemente, la gente es demasiado conformista y perezosa.

La revolución mental tendrá que esperar.

El Leñador de Ojalá Ta dijo...

Lo que me faltaba! Ahora resulta que no solo hay que preocuparse de quedarse ciego con tanta pantallita, sino que además hay cocowash incluido?
Bonita ganga!

Por si no los han leído:

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