lunes, 21 de septiembre de 2009

Superficialidad profunda


(imagen: Tex Avery)

Una muy encantadora damisela trataba anoche de convencerme con argumentos muy apasionados de que los hombres nos fijamos mucho en lo exterior de una mujer.  La verdad, no necesitó decir mucho, pues yo estoy totalmente de acuerdo. En efecto, lo hacemos. Pero, ¿es eso malo?

Me van a disculpar que les traiga a colación la muy manida teoría de Cacería vrs. Cosecha, pero es que lo explica todo. Para quienes no están enterados, la teoría dice que durante miles de años los hombres se concentraron en la cacería, mientras que las mujeres se dedicaban a recolectar niños y legumbres. Eso hizo que se dieran especializaciones muy propias de cada género, produciendo la tendencia del hombre a ser mucho más gráfico y analítico, y la de la mujer a ser más emotiva y social.

Y es por esa especialización que el hombre antepone un criterio visual cuando selecciona su pareja. Eso lo que es: únicamente un criterio más. Las damas tienen criterios propios y nadie dice nada al respecto. ¿Acaso alguien les reclama a ustedes porque les gusta salir con hombres de mayor altura que ustedes? Por supuesto que no (a excepción de los chaparros, por supuesto).

A pesar de ello, diariamente los hombres nos vemos abrumados por las damas que nos echan la culpa de sentirse presionadas a ser bellas y esbeltas. Pero ¿sinceramente no creen que  les estamos haciendo un favor al orillarlas al cirujano plástico y al gimnasio? Digan la verdad: ¿No se sentirían mejor sin esa verruga peluda en la nariz? ¿Y no les resultaría más cómodo vivir sin esos kilos de más? Imagínense: en la oficina dejarán de llamarlas “brujas” detrás de sus espaldas. O por lo menos ya no se los dirían en su cara. Y además podrían pedir sus atuendos en la tienda sin tener que pronunciar las terribles palabras “extra grande” en voz alta. ¿No es eso maravilloso?

Claro, yo sé que derrochar glamour no es económico para las féminas, por lo caro que están los estilistas, las cremas, los perfumes, los maquillajes y los tratamientos del cutis. Pero las damas deben considerarlo una inversión. Después de todo, una mujer despampanante logra que los hombres hagan lo que ella quiera. ¿No vale eso el esfuerzo?

7 comentarios:

Unknown dijo...

XD, te haz vuelto loco!!! lo que propones discrimina por completo a las gorditas, a las que tienen berrugas, a las no tan bonitas, etc. Yo sé que vos buscas atributos físicos admirables en una mujer, cosa que después de algunos años perderá y te aseguro que encontras patojas normales (no caritas) con mejores atributos que la belleza para heredar a tus hijos. Yo te debatía tanto esto porque no me importa que mis hijos sean guapos o feos (a mis ojos serán divinos), lo importante siempre será lo que lleven adentro y seguramente elegiré a un buen papá para que los eduque con belleza interior.

Te quiero mucho, pero sigo con mi apasionado argumento de que te equivocas al querer heredar algo pasajero a tus hijos.

Mr_Jules_Valley dijo...

Es el momento para compartirte nuevamente este video :D
"La suerte de la fea a la bonita no le importa" http://www.youtube.com/watch?v=N4BFuVXT5nU Orale.

Mónica Salaberría dijo...

Por un momento pensé que tu muy afamada pereza se había traducido en artículos mucho más reducidos, hasta que vi el link de "Seguir leyendo".

Más te vale.

El Leñador de Ojalá Ta dijo...

Que yo sepa, la belleza y la inteligencia no son mutuamente excluyentes. La dama a la cual le entrego mi sueldo todos los meses es prueba de ello.

En cambio, todas las feas y/o gordas que he tratado han resultado ser lo más insufrible del mundo.

Coincidencia? No lo creo.

Sil Velasco dijo...

Jajajaja... este post me ha hecho reventarme de la risa, que formidable.

Bueno, nosotras no nos enojaremos si vosotros nos preferis bellas, pero que no nos aleguéis por lo de escogeros altos y fornidos... y con dinero!! Jajaja!!

Mr_Jules_Valley dijo...

Tanto en animales como en el ser humano (ambos sexos) en un hecho natural seleccionar y descartar individuos buscando una pareja que represente una ventaja para la descendencia -salud, estabilidad, poder, etc.-

Es importante resaltar que el ser humano ha encontrado formas artificales de "automejorarse" e incluso de "engañar" logrando ampliar el abanico de opciones de mejores parejas.

Considero y recalco que para ambos sexos vale la pena hacer el esfuerzo de mejorarse dentro de parámetros saludables (físico y mental) para cada individuo. Esto es también influye en el desarrollo de la autoestima, el desenvolvimiento social y por ende en el proyecto de vida y autorrealización.

No solo es que te perciban bien, sino sentirte bien contigo mismo.

Krissy Zapp dijo...

Después de tan conciso y tan extenso comentario, creo que no queda más que decir:

AMÉN.

Por si no los han leído:

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