(©Troy Aossey)
I
Para quienes no están familiarizados con la estructura narrativa, toda historia se divide en tres partes:
- El primer acto: Donde se introducen los personajes y la historia
- El segundo acto: Donde los protagonistas se ven enfrentados con un conflicto (moral, ético, social, etc.) que les impide alcanzar su objetivo.
- El tercer acto: Donde se resuelve todo, para bien o para mal. En el caso de las franquicias se abre la puerta a una continuación de la historia en futuras entregas.
II
Y precisamente ese pareciera el problema de los escritores de Hollywood: no saben como resolver las cosas. Se esfuerzan tanto en crear una premisa disparatada y llamativa, (invasión alienígena, desastres naturales, tecnología desbocada, monstruos amenazantes) que luego no saben como llevar a los protagonistas a tierra de una forma lógica y razonable. Por lo mismo, los finales forzados y el deux ex machina están a la orden del día. Es cierto que uno como espectador tiene que suspender la incredulidad para disfrutar de una película, pero para poder disfrutar estos finales, ya es necesaria una lobotomía.
III
Y justo aquí quisiera ofrecerles un final fantástico para esto, pero la verdad no se me ocurrió nada decente. Mil perdones.
2 comentarios:
Creativo... y extrañamente claro.
Jajajaja... ya iba yo a alegar por el tercer acto tan parco... cuando me di cuenta que era algo intencional. Yo sé, me cuesta a veces.
Excelsior!
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