jueves, 7 de enero de 2010

Ideas bien criadas

Quienes insisten en leer los desvaríos que se publican en este espacio, ocasionalmente protestan por lo irregular de la producción textual. A veces encuentran dos artículos publicados en una semana, otras veces hallan cuatro y otras ninguno. Entiendo que eso puede ser algo sumamente irritante, pero créanme que no lo hago de mala fe. En repetidas ocasiones he tratado de publicar con horarios fijos, pero conforme me he ido adentrando en esto de la escritura, me he dado cuenta de que -¡oh sorpresa!- no es tan fácil como yo pensaba.


(Foto: Evan Kafka)

Hay que tener en mente que todo buen artículo necesita partir de una idea. Lo que pasa es que las ideas son como bebés: hay que criarlas desde chiquitas y prodigarles atención y cuidados a granel.

Cuando nacen, las ideas suelen ser pequeñísimas y sin forma definida. Apenas son poco más que un chispazo. Y como son extremadamente frágiles, hay que mimarlas mucho. Muchas veces eso implica robarle horas al sueño y a otras actividades, pero todo es por una buena causa.

Para que una idea crezca fuerte y sana, es preciso prodigarla con una dieta variada, consistente de verbos, adjetivos, sustantivos, adverbios y una interjección aquí y allá, pero sólo si se han portado bien. Hay quienes gustan de incluir abundantes expletivas en la dieta, pero eso tiende a producir ideas con la presión arterial elevada.

También hay que hacer tiempo para sacar a pasear las ideas y que así conozcan a otras ideas y así aprendan a ser sociables. Más adelante podemos dejar que nuestras ideas jueguen con sus nuevas amistades, pero siempre bajo nuestro ojo vigilante. Es preciso saber en todo momento con quiénes se están juntando nuestras ideas, para evitar sorpresas desagradables.

Finalmente, es preciso recordar que así como cada niño es distinto, cada idea es especial y única en su forma de ser. Algunas ideas nacen precoces, pero otras simplemente necesitan más tiempo para desarrollarse y llegar a ser artículos hechos y derechos, de esos que da gusto leer.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Amigo, siempre es interesante leer tus divagaciones mentales, buena analogía de las ideas o ¿tenes el deseo de cuidar a un niño?, TQM feliz año!!!!

Nahdia Saros dijo...

Considero que la crianza de la idea para este artículo fue exitosa: se expresa con propiedad, no da gritos estridentes y tampoco hace berrinche.

Felicidades!:D

Prado dijo...

mi ideas son malcriadas, qué hago maestro? publique cuando le venga en gana. sino pa qué?

José Joaquín dijo...

Qué tal. Nunca había venido por acá, pero tenés mucha razón. Tengo un blog desde hace casi 6 años y han habido meses enteros en que no he publicado una historia nueva. No se puede, no se puede. Durante algún tiempo la gente me protestaba, pero ahora ya se resignó, o simplemente ya no visita.

Me gustó esa comparación de las ideas con la crianza de niños. Saludos.

Claudia de Oliveira dijo...

Creo que tienes que limpiarle la saliva de la boca a tu idea. :D

Alex Socop dijo...

Si.. muy buena la comparativa entre ideas y bebés. Y es que justamente así es como se crean buenos textos, todos naces, crecen y se reproducen. Y los muy buenos nunca mueren.

Saludos!

Por si no los han leído:

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