miércoles, 17 de febrero de 2010

Reinicios

(Foto: Walter B. McKenzie)

Con mucha tristeza me he enterado de que ya no habrá una cuarta entrega del Hombre Araña. Los que toman las decisiones en Hollywood han concluido que lo mejor es reiniciar la saga, a pesar de que la primera película salió hace siete años y la última hace tres. Es una lástima, porque la verdad me había encariñado con el elenco y el rumbo creativo que tenían las películas, aspectos ambos que cambiarán cuando las películas pasen a nuevas manos.

Pero este es tan sólo el más reciente ejemplo de una tendencia muy marcada en la industria del entretenimiento. Constantemente se oye de “reinicios” (reboots) y “reimaginaciones” donde las complejas historias y relaciones entre personajes –desarrolladas progresivamente durante años- son eliminadas de golpe y sin misericordia. Con presionar un botón, todo desaparece y se empieza de nuevo.

Un reinicio es algo muy conveniente para los guionistas, que no desean ser constreñidos por las antiguas historias y desean explorar nuevas opciones. También es conveniente para los productores de series televisivas y películas, pues les permite despedir a las costosas estrellas a la vez que les permite contratar a actores desconocidos y sumamente económicos.

Otros beneficiados con los reinicios son los nuevos aficionados pues pueden seguir las series desde el inicio. Pero para quienes invirtieron tiempo y recursos en seguir la trama desde el principio, esto es una traición. Es como decirles que todos sus esfuerzos fueron inútiles. Después de años de devoción a una serie o un personaje, esto duele.

Pero hay que admitir que hay oportunidades cuando aun los más furiosos aficionados se apuntan a un borrón y cuenta nueva. En manos de Joel Schumacher, Batman pasó a ser una lastimosa abominación de neón y látex, al punto de que ya no era posible ver una película de Batman sin sacudir la cabeza tristemente. Era como ver a un enfermo agonizante, a quien misericordiosamente, al fin le desconectaron el respirador artificial y lo dejaron morir con algo de dignidad.

Si bien estos renacimientos constantes son algo muy occidental, no deja de percibirse algo de filosofía oriental en todo ello. En el hinduismo, creen que cualquier sufrimiento en esta vida se recompensa al reencarnar en la siguiente vida. Tal vez por eso ahora son tan exitosas las nuevas películas de Batman: todo se lo deben al karma.

2 comentarios:

EP dijo...

maten a Tobey!!!

Sil Velasco dijo...

Vamos hombre, no estaba tan malo. Si algo estuvo muy bueno en esta serie de Spiderman fue el casting.

Por si no los han leído:

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